Genética de perezosos: un giro inesperado
Hace seis años, la fundadora de SloCo, Dra. Rebecca Cliffe, lanzó un importante proyecto de investigación sobre la genética de perezosos en Costa Rica. Este proyecto se inició debido a la cantidad de perezosos salvajes en la región del Caribe Sur que nacen con condiciones genéticas debilitantes (falta de dedos en manos y pies, malformaciones en orejas y extremidades deformes).
Los resultados de esta investigación ya se han publicado y revelan un escenario inesperado, con implicaciones de largo alcance para futuros esfuerzos de conservación y rescate de perezosos.

Con el fin de averiguar qué está sucediendo, colaboramos con la Dra. Chloe Robinson, la Universidad de Swansea y el Sloth Sanctuary para llevar a cabo la primera investigación exploratoria sobre la genética de la población de perezosos en Costa Rica.
Recolectamos muestras de pelo de 98 perezosos de dos dedos (Choloepus hoffmanni) de diferentes regiones de Costa Rica y utilizamos análisis de microsatélites para observar la genética de la población.
Hicimos 3 descubrimientos importantes con respecto a la genética de los perezosos:
Finalmente, después de muchos años de arduo trabajo, nos complace anunciar que los resultados de esta investigación ahora se han publicado como un artículo de acceso abierto en Evolutionary Applications. Hemos resumido los resultados a continuación.
Pudimos identificar 4 grupos genéticos de perezosos de dos dedos en Costa Rica. Si está familiarizado con la geografía costarricense, estos son los grupos que identificamos:
- Oeste: perezosos de la región de San José.
- Norte: incluye perezosos de áreas que rodean a Guápiles.
- Este: perezosos de la ciudad de Limón y sus alrededores.
- Sureste: la región del Caribe Sur, desde Bananito hasta Manzanillo y BriBri.
1) Los perezosos del área Norte son genéticamente distintivos.
Se encontró que los perezosos en el grupo ‘Norte’ eran genéticamente muy distintos en comparación con las otras poblaciones. Esto significa que los perezosos en esta región son sustancialmente diferentes de los perezosos en otras áreas de Costa Rica que muestreamos. Sugerimos que reconocer a esta subpoblación como una unidad separada puede ser importante para fines de manejo y conservación.
Una subpoblación distintiva como esta podría considerarse una Unidad Evolutiva Significativa.

2) Los perezosos en áreas altamente urbanizadas presentan endogamia.
Los perezosos en el grupo ‘Oeste’ tienen niveles más altos de endogamia (cuando individuos que están estrechamente relacionados se reproducen). Esto puede no ser sorprendente si consideramos que los perezosos aquí están restringidos a vivir en parches de bosque severamente fragmentados dentro de la región altamente urbanizada de San José.
Esto sugiere que debemos centrar más esfuerzos de conservación e investigación en esta región para comprender mejor los efectos a largo plazo de la fragmentación del hábitat.
3) Los perezosos han sido translocados por humanos.
Finalmente, y quizás lo más importante, descubrimos que la genética de los perezosos en los grupos del Oeste, Este y Sudeste eran sorprendentemente similares. Esta estrecha relación entre los perezosos que viven en lados opuestos de Costa Rica es un resultado inesperado y potencialmente preocupante. Particularmente si tenemos en cuenta la gran distancia geográfica entre estas poblaciones y la incapacidad de los perezosos para trasladarse largas distancias.
Curiosamente, se descubrió que las poblaciones de perezosos en el Caribe Sur eran más genéticamente diversas y tenían altos niveles de mezcla (lo que significa que muchos perezosos de muchos orígenes diferentes se han estado reproduciendo entre sí).
Todo esto apunta hacia la translocación geográfica de los perezosos por parte de los humanos en Costa Rica, donde los individuos han sido retirados de sus áreas de origen y liberados en otro lugar.
¿Cómo pudo pasar esto?
Cuando consideramos que aproximadamente 3 -4 perezosos son admitidos en centros de rescate todos los días en el Caribe Sur, no es sorprendente que algunos de estos animales puedan haberse originado desde más lejos.
La translocación de la vida silvestre fue particularmente frecuente en los años anteriores cuando no había tantos centros de rescate que supieran cómo cuidar adecuadamente a los perezosos. El gobierno de Costa Rica solía entregar regularmente perezosos de todo el país al Santuario de Perezosos en la costa del Caribe, ya que se los consideraba los únicos expertos en rehabilitación de perezosos en aquel momento.
Esto ha cambiado desde entonces. En la última década ha habido una explosión de nuevos centros de rescate. Costa Rica ahora tiene más centros de rescate por kilómetro cuadrado que cualquier otro país, con más de 250 instalaciones registradas que actualmente rescatan y rehabilitan la vida silvestre. La abundancia actual de centros de rescate significa que la translocación de perezosos a través del país puede ser un problema menor, pero la regulación de los protocolos de liberación es más difícil.
¿Es esta mezcla genética algo malo?
No lo sabemos, pero podría serlo.
Generalmente, los altos niveles de diversidad genética se consideran algo bueno en la conservación de la vida silvestre. El aumento de la diversidad genética significa que se ha producido menos endogamia y esto brinda a las poblaciones una mayor capacidad de adaptación ante el cambio.
Sin embargo, como con la mayoría de las cosas, rara vez es así de simple. Mezclar individuos de diferentes orígenes genéticos también puede tener un efecto peligroso sobre la salud y la viabilidad de las poblaciones a través de un proceso llamado “depresión exógena”.
Los animales a menudo tienen adaptaciones genéticas únicas que los ayudan a sobrevivir en el entorno particular en el que viven. Por ejemplo, los perezosos que viven en regiones montañosas tienen adaptaciones para hacer frente a un clima más frío, que incluye un pelaje más largo, más grueso y más oscuro en comparación con sus contrapartes de las tierras bajas. Al mover individuos de un lugar a otro, estas adaptaciones pueden perderse y el entrecruzamiento puede afectar negativamente la salud de estas poblaciones.
Esta situación se descubrió recientemente en los orangutanes que fueron reintroducidos en la naturaleza desde instalaciones de rescate en Borneo sin conocimiento sobre los antecedentes genéticos y el estado de las subespecies de los individuos.
En línea con esto, existe una conciencia global emergente de la necesidad de considerar los genotipos de los animales antes de la liberación, incluidas las directrices y recomendaciones oficiales establecidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Sin embargo, en Costa Rica, actualmente no existen protocolos o leyes existentes para alentar o regular esta práctica.

¿Qué significa todo esto para la conservación de los perezosos?
La diversidad genética de las poblaciones separadas de perezosos ha surgido en el transcurso de millones de años. Al mezclar poblaciones que tal vez no han estado en contacto durante milenios, podríamos estar causando cambios irreparables que se perpetuarán por generaciones.
Puede ser que los diferentes orígenes genéticos de estas poblaciones no tengan efectos negativos en absoluto. Pero ¿y si lo hacen? En tal caso, habremos comprometido inadvertidamente la viabilidad de las poblaciones de perezosos salvajes. Llegado a ese punto ningún esfuerzo de conservación podrá revertir ese daño.
¿Vale la pena el riesgo?
Este descubrimiento implica que los centros de rescate en Costa Rica deberían considerar el trasfondo genético de los perezosos rehabilitados al planificar futuras reintroducciones. Los perezosos deben ser liberados en su área de origen siempre que sea posible.
Sin duda, esto presentará un gran desafío para los ya sobrecargados centros de rescate con fondos insuficientes. Combinado con una presión cada vez mayor de monitoreo posterior a las liberaciones, parece imposible que los animales regresen a su lugar de origen y además se les rastree para garantizar su supervivencia.
Además, puede que no sea siempre posible devolver siempre un animal al lugar de donde vino. Puede haber una falta de hábitat adecuado en esa área, o el centro de rescate puede no tener registros precisos de dónde se encontró originalmente al animal. Esto se debe a que los animales rescatados a menudo pasan por varias manos antes de llegar a una instalación de rescate, y rastrear el origen del individuo a veces puede ser difícil.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
No existe una solución fácil, pero debemos trabajar juntos para encontrar una.
En última instancia, se requerirá una mayor asistencia y financiación gubernamental. También será necesaria la colaboración entre diferentes centros de rescate y sitios de liberación en todo Costa Rica. Se requerirá una mayor transparencia y un mejor registro para garantizar que los perezosos rescatados sean devueltos a donde fueron encontrados.
Además, es menester la preservación del hábitat donde viven estas poblaciones distintivas de perezosos, ya que no se deberían liberar en otro lugar.
Cuando los perezosos eran transportados por todo el país, no sabíamos las consecuencias que esto podría traer. Ahora lo sabemos. Equipados con este nuevo conocimiento, podemos asegurar que nuestras acciones para ayudarlos realmente conducirán a un futuro saludable para las poblaciones de perezosos en Costa Rica.